San juan de Dios
La historia de los Hermanos de San Juan de Dios, llamados familiarmente “Juaninos”, inicia con Juan Ciudad Duarte. Nace en Portugal en 1495 y muere en Granada, España, en 1550 a los 55 años de edad. De familia pobre pero muy piadosa. Su madre murió cuando él era todavía joven. Su padre murió como religioso en un convento. En su juventud fue pastor y soldado. Años más tarde cuando iba llegando a la ciudad de Granada vio a un niñito muy pobre y muy necesitado y se ofreció bondadosamente a ayudarlo. Aquel “pobrecito” era la representación de Jesús Niño, el cual le dijo: “Granada será tu cruz”, y desapareció. Juan, inició su obra caritativa alquilando una casa vieja y allí empezó a recibir a cualquier enfermo, mendigo, loco, anciano, huérfano y desamparado que le pedía su ayuda. Durante todo el día atendió a cada uno con el más exquisito cariño, haciendo de enfermero, cocinero, barrendero, mandadero, padre, amigo y hermano de todos. Por la noche iba por la calle pidiendo limosnas para sus pobres.
El 8 de marzo de 1550, sintiendo que le llegaba la muerte, se arrodilló y exclamó: “Jesús, Jesús, en tus manos me encomiendo”, y quedó muerto, así de rodillas. Había trabajado incansablemente durante diez años dirigiendo su hospital de pobres, con tantos problemas económicos que a veces ni se atrevía a salir a la calle a causa de las muchísimas deudas que tenía; y con tanta humildad, que siendo el más grande santo de la ciudad se creía el más indigno pecador. El que había sido apedreado como loco, fue acompañado al cementerio por el obispo, las autoridades y todo el pueblo, como un santo.
Los “Juaninos” en Puebla
Llegaron a México en 1604, los guiaba el Hermano Carlos Zibico de la Serda, quien en 1629, logró un permiso para construir un hospital en Puebla. El sanatorio contaba con varias enfermerías, salas para enfermos infecciosos, aisladas para evitar contagios. Y contaba con un convento en donde vivían más de 20 hermanos enfermeros. La fama de los hermanos y sus servicios para los pobres, hicieron que los llamaran a atender el Real Hospital de San Pedro en 1746. Así la primera fundación pasó a ser noviciado y los hermanos se trasladaron al Hospital de San Pedro. En donde trabajaron hasta la el año 1861 en que fueron expulsados por las “Leyes de Reforma”.
Segunda Fundación
El regreso de los hermanos a Puebla se debe al Padre Faustino Calvo y a la Señora Rita Canelo Viuda de Rejón. Dicha señora vivía en la Ciudad de Puebla, su hijo, enfermo mental, necesitaba asistencia permanente. Supo que los hermanos tenían una casa en Zapopan, Jalisco, y su primera idea fue llevarlo allá, pero era demasiado lejos de su residencia, para poder visitarlo con frecuencia. Rita Canelo, tomó la decisión de ayudar a los hermanos para fundar un sanatorio mental en Puebla. El Padre Calvo inició la búsqueda de un lugar en dónde poder convertir en realidad la iniciativa. Encontró un lugar en las faldas del “Cerrito de Cholula”. La primera piedra se puso el 6 de septiembre de 1909 y la inauguración fue el 27 de junio de 1910.
El Padre Faustino Calvo narra la ceremonia: “A las diez de la mañana salió de Puebla su Ilustrísima, (Mons. Ramón Ibarra y G.) en un coche-tranvía.” Lo acompañaron algunos miembros de algunas congregaciones y otros personajes de Puebla. “Fueron recibidos por el reverendo padre Faustino Calvo, padres franciscanos, el señor cura Párroco (Francisco Javier Hernández) y Vicario, y una compacta comisión de las personas más distinguidas de Cholula”. La obra se inició con ocho enfermos y cinco religiosos.
Graves Problemas
La Revolución afectó la vida del Sanatorio y tuvieron los hermanos que enviar a sus casas a los pacientes. Quedó solo el Hermano Paulino Lizasso con algunos enfermos. Tanto las autoridades civiles como militares respetaron la casa y entregaron al Hermano Paulino unos documentos para que no fuera molestado en el empleo que desempeñaba: proveer de alimentos a los enfermos. Ese documento fue de un poder “providencial”, pues le serviría para conseguir no solo alimentos para el Sanatorio de Cholula, sino también para varios monasterios de Puebla y centros de beneficencia de la angelopolis. Este hermano hospitalario fue el “Ángel de la Guarda” de muchos religiosos, en el periodo revolucionario. El Hermano Paulino Lizasso murió en 1930.
Los años veintes fueron de reconstrucción y persecución. Físicamente, reconstruyeron algunos pabellones y ampliaron el Sanatorio. Pero también la persecución religiosa (1926-1929), hizo que los hermanos dejaran de vestir el hábito y tuvieron que quitar todo signo religioso externo. Cuenta una anécdota que en una ocasión, los “federales” llegaron hasta las puertas del Sanatorio buscando a los religiosos. Advertidos que los querían llevar a fusilar, dejaron a los internos libres en el Sanatorio y los hermanos se refugiaron al interior del mismo. Cuando los “federales”, abrieron las puertas una multitud de enfermos los recibió, espantados por el tumulto y la actitud de los internos, cerraron las puertas y huyeron del nosocomio. Así los hermanos pudieron continuar su labor en un periodo tan delicado.
En el año de 1933, el Ministro de Gobernación Eduardo Vasconcelos (Gabinete del Presidente Abelardo Rodríguez) visitó el sanatorio, a su llegada dijo: “Deseo visitar el establecimiento, por haber sido informado de que es el mejor de la República, no tanto por su extensión, sino por el orden, aseo, régimen y sobre todo, por el buen trato, asiduos cuidados, atenciones, y caridad que se observa a los pacientes”.
En la actualidad
A cien años de su fundación el Sanatorio sigue siendo modelo en atención profesional y de caridad para los enfermos que ahí viven. El Padre Tomás Salas al frente de otros tres hermanos y un equipo de profesionales de la psiquiatría, medicina y enfermería, trabajan en el Sanatorio. El Sanatorio de Nuestra Señora de Guadalupe, cuenta con un Departamento de Psicología, el cual lleva a cabo evaluaciones y psicodiagnóstico, ergoterapia, psicoterapia, individual y de grupo, y revisión de historia clínica. La función de este departamento es que el paciente psiquiátrico hospitalizado se mantenga activo y creativo para evitar su deterioro físico y psicológico. También existen los Departamentos de Trabajo Social y Salud Mental Comunitaria, a fin de ayudar a la comunidad poblana a tomar conciencia de la importancia de la Salud Mental. Cada año el Sanatorio organiza Jornadas de Estudios a fin de actualizar a los Profesionales de la Psiquiatría en los avances de esta rama de la ciencia médica.
Legado de caridad y cultura
La presencia de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en Puebla, ha dejado un legado cultural artístico muy importante principalmente en lo que fue su Hospital en Atlixco, ahora Hospital Municipal de Atlixco. También existe un legado pictórico y arquitectónico en el conjunto de lo que fue el primer Hospital de la Orden en Puebla, en la 5 de mayo entre la 16 y 18 oriente.
La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, extendida en todo el mundo, no sólo atiende a enfermos con problemas psiquiátricos, también tiene: leproserías, hospitales médicos quirúrgicos, ortopédicos, anti T.B., geriátricos, cuenta también con albergues nocturnos, ambulatorio, Escuelas de Medicina y enfermería.
Mons. Víctor Sánchez Espinosa, Arzobispo de Puebla, el pasado 30 de junio visitó el Sanatorio de Nuestra Señora de Guadalupe, celebró la Misa con los Hermanos, Médicos, personal del sanatorio y enfermos para dar inicio a la celebraciones del Centenario de la presencia de los Hermanos Juaninos en Puebla. Resaltó en su homilía que al igual que Martha en Betania, los hermanos siguen recibiendo a Jesús, reflejo de aquellos que sufren enfermedades. Las autoridades civiles también estuvieron presentes en el nosocomio para agradecer la labor de los hermanos en Cholula. A lo largo de varios meses continuarán los festejos de este centenario aniversario.
